Concédeme Señor
el recibir con paz el día que amanece.
Ayúdame en todo
a apoyarme en Tu Santa Voluntad.
En cada hora del día, revélame Tu voluntad.
Bendice mi comportamiento con los que me rodean.
Enséñame a aceptar a cada uno con alma serena y todo lo imprevisible de la jornada.
Y dame la convicción profunda que nada sucede que no venga de Tu consentimiento.
Guía mis pensamientos y mis sentimientos en todas mis palabras y todas mis acciones; y hazme recordar que todo acontecimiento imprevisto lo es con Tu consentimiento.
Enséñame a vivir con sabiduría y firmeza; sin excitación ninguna, sin amargura, sin odio en los otros.
Permite que soporte todas las fatigas de la jornada.
Dirige mi voluntad, enséñame a rezar, ora Tu mismo en mí.
AMÉN.
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BENDICIÓN
Dios Padre en Nombre de Tu Hijo Jesucristo envía Tu Gracia del Espíritu Santo sobre este Icono que escribió tu servidor ................ para Tu Gloria.
Oh Santísima Trinidad, con Tu mano invisible, signa y bendice este Icono y dale la fuerza de acción santificante, para que todos los que se acerquen con veneración, obtengan, salud, santificación y bendiciones.
Oh Triple Luz, a Ti alabanza y adoración en los siglos de los siglos.
AMÉN.
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PLEGARIA DEL ARTESANO ICONÓGRAFO
Enséñame, Señor, a utilizar bien el tiempo que Tú me das para trabajar, a emplearlo sin perder nada.
Enséñame a aprovechar los errores pasados sin caer en el escrúpulo que carcome.
Enséñame a prever el plan sin atormentarme, a imaginar la obra sin abatirme si es que surge de otra manera.
Enséñame a unir la rapidez y la lentitud, la serenidad y el fervor, la pasión y la paz.
Al comenzar la obra, ayúdame en mis debilidades. En el corazón de la tarea ayúdame a mantener con firmeza el hilo de la atención. Y sobre todo llena Tú mismo los vacíos de mi obra.
Señor, en toda labor de mis manos deja una Gracia Tuya para hablar a los otros, y una falta mía para hablarme a mí mismo.
Guarda en mí la esperanza de la perfección sin que me descorazone.
Guárdame en la impotencia de la perfección sin que me pierda en el orgullo.
Purifica mi mirada: cuando hago algo mal, no es seguro que sea malo, y cuando hago algo bien no es seguro que sea bueno.
Señor, no me dejes olvidar jamás que todo saber es vano, salvo donde hay trabajo y que todo trabajo es vacío salvo donde hay amor, y que todo amor es hueco si no me une a mí mismo, a los otros y a Ti.
Señor, enséñame a orar con mis manos, con mis brazos y con todas mis fuerzas.
Hazme recordar que la obra de mis manos te pertenece, y a mí me corresponde devolvértela, ofreciéndola; que si lo hago por el gusto del interés, como un fruto olvidado me pudriré en el otoño, que si lo hago para agradar a otros, como la flor de la hierba me marchitaré al anochecer, pero si lo hago por amor al bien, permaneceré en el bien, y el tiempo de hacer el bien y honrar Tu Gloria es ahora mismo.
AMÉN.
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